Salon de clases numero 6

Podía nuevamente quedarme dormida si de eso dependía quedarme ahí esperando cada niño que a gotera llegaba al salón. Tenía paciencia suficiente, pero tampoco era que fuese infinita. Chise ya había llegado y la había perdido totalmente de vista, ¿Quizás también se había aburrido? Problema de ella, no iba a preocuparme de la reacción de segundos, sea cual sea el caso. De pronto escuché el chirrido de la puerta corredera, de la cual salía una nueva alumna que se incorporaba al salón. Revisé inmediatamente la acta y efectivamente, era otra de mis alumnas, me preguntaba el por qué de su demora, sin embargo, callé hasta que avanzara totalmente. Revisó la planilla y me identifico fácilmente.

—Buenos días, Moriko... creo que haz llegado un tanto tarde, ¿No es así?

Respondí, a pesar de la cordialidad que la misma traía, no iba a dejar de reiterar la falta grave cometida. Al menos con eso veía una asistencia de dos exactamente, suficiente como para ir al campo de entrenamiento sin problemas, sin siquiera preocuparme de la tercera asistencia.

Me dediqué a prestar atención en Moriko y al parecer, sus disculpas eran más que sinceras. No pudo completar su oración cuando de pronto se interrumpió a sí misma con una desestabilización completa, se tambaleó y no pudo hacer más. No se sentía bien, eso era más que obvio, no comprendía bien cual sería la razón de ello, sin embargo, no pregunté hasta poder examinar bien su reacción. No pude evitar sorprenderme al notar como las marcas de sus brazos se hacían completamente visibles en el momento que la venda perdió lugar y cayó debido al movimiento repentino que efectuó el cuerpo de la muchacha. Rápidamente intentó ocultar tales cortes y demás, era de esperar el no querer que los demás vieran algo como eso... ¿Qué habrá sido? Había sin duda aumentado mi curiosidad con respecto a aquella chica e intentaría, de alguna forma, llegar al fondo de ese pequeñísimo detalle, que podía ser más importante de lo que parecía. Permaneció un gran lapso con la mirada gacha, sin mirarme jamás directamente.

—No te preocupes, Moriko, no hacen falta las explicaciones. Ya pasó.

De pronto un segundo muchacho apareció, era reconocible y pude notar que era el hijo de Destiny. Parecía perdido, si no me equivocaba era compañero de Azusa y alumno de Cervaz, al igual que la niña pelirroja que se encontraba en la lejanía. Le sonreí un tanto, apuntando el kunai que se hallaba enterrado en la madera.

—¿Ves ese Kunai? Tan sólo tómalo y te redireccionará inmediatamente al campo de entrenamiento. Dile a la otra niña que está ahí, la de pelo rojo, que de igual forma lo haga. Seguramente los estarán esperando.

Me levanté de mi asiento y miré a Moriko y a Chise, elevando mi mirada para que me siguieran. Salimos de la sala hasta llegar al patio, inmediatamente hice un sello rápido de manos para luego dejar una palma sobre la tierra.

Kuchiyose no Jutsu ~

—Deberán utilizar este animal como transporte, no teman en subir.

Aparecieron dos dragones de estatura mediana, los cuales se dejaron visualizar una vez que el humo que les rodeaba se disipó por completo. Me subí a uno e indiqué que las dos chicas se subieran al segundo, éste les llevaría rápidamente al sitio del campo de entrenamiento, sin necesidad de tener que llevarlas con guías. Aunque claramente, sería en el lado bajo donde el animal descendería, puesto que el primer entrenamiento era subir la gran cantidad de escaleras que le hacía llegar finalmente al sitio de entrenamiento. Mi dragón partió y una vez que las otras dos chicas subieran al segundo, éste haría exactamente lo mismo, siguiendo el recorrido.

Luego posteen acá: https://xallanimex.forospanish.com/t1624-campo-de-entrenamiento-equipo-yggdrasill#60790