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Ficha Namake Kinniku
Nombre: [ Moon Soun]
Edad: [ 16 ]
Sexo: [ Hombre ]
Hobbies: [ Leer,Trabajar(Bibloteca) ]
Aldea: [ hoja ]
Rango: [ Estudiante -.- ]
Clan: [ ninguno ]
Naturaleza del Chakra: [ fuuton ]
Descripción Fisica: [ complexión delgada, castaño, con ojos normalmente marrones pero cuando,,bebe sangre se convierten rojos ]
Descripción Psicologica: [ Tiene una personalidad originalmente fría, calculadora y misteriosa… pero también es alguien con mucha razón de justicia y tiende a volverse amigable y protectivo de quienes se lo merecen. ]
Historia: [17 de Septiembre.
Saludos querido lector:
No nos conocemos y quizás nunca lo hagamos, pero no quiero morir en el olvido.
Mi nombre es Moon Soun, perteneciente a la aldea de la Hoja, lugar que no sé si existirá en un futuro...
Escribo esto para dejar constancia de cuan equivocado estaba en mi juventud y seguramente también lo estéis vosotros, pero para ello he de remontarme a mi infancia:
Crecí en una familia humilde, nada del otro mundo, mi padre Alfred era Sensei en la academia de la aldea, una persona llena de sabiduría a la que le dí más de un quebradero de cabeza, aunque con su deslumbrante intelecto siempre conseguía responder a mis insaciables preguntas, mi madre, Eloisa era una poetisa, una mujer de gran talento a la cual le fascinaba la lectura y la poesía, desde muy joven comenzó a escribir bellos versos, quizás, para dejar un poco de lado los problemas familiares ya que mis abuelos eran personas de clase baja, lo cual no impidió que mi madre pudiese salir hacia delante.
Desde muy pequeño desarrollé una curiosidad insaciable por todo aquello que me rodeaba: Culturas de otros lugares y sus costumbres, animales, herbolaria, ciencia…
Me gusta ser una persona polifacética, conocer mi alrededor para saber cual es la forma correcta de actuar, aunque a veces debo reconocer que mi carácter irónico me ha llevado a tener más de un problema, pero, como siempre lo he solucionado.
Mi sueño siempre fue conocer más allá de los enormes tomos que llenaban las estanterías de la enorme biblioteca, está claro que la información que en ellos se alberga es esencia, pero, ¿Es acaso equiparable a vivirlo en tu piel?...¿Sentir el placer de haber descubierto algo que era desconocido o un simple rumor?, pero para ello se necesitaba valentía y decisión, algo de lo que carecía con aquella edad y que aun no he conseguido del todo.
Desde mi niñez siempre he sido una persona muy persuasiva, lo admito, pero esto me ha sido de gran ayuda: Artistas, escritores…¿Qué más puede pedir un chico de economía modesta como yo? Aunque también me ha servido a la hora de acercarme al sexo femenino, el cual debo admitir que es mi perdición, pero no hay nada de malo en charlar agradablemente con una bella mujer acompañado de una copa de vino, ¿Verdad?..
Bueno, mi jornada termina en otro monótono día, seguiré con mis memorias en otro momento,
18 de Septiembre.
Saludos querido lector:
Al principio de la carta anterior hablé sobre algo de lo cual estaba equivocado y creo que ya es hora de mencionarlo:
A la temprana edad de 12 años me encontraba con unos compañeros a las afueras, disfrutando del aire fresco y observando la vegetación para aprender quizás algo más de ella, apuntando en un pequeño pergamino mis observaciones.
Sin darme cuenta me alejé demasiado de mis compañeros. Mientras investigaba por mi cuenta encontré en una rama un trozo de tela, al parecer arrancada de una prenda, extendí el brazo y agarre la prenda y fue aquí cuando ocurrió aquel extraño suceso.
Cuando mis manos tocaron la tela mi mente se nubló, apareciendo en mi mete imágenes de una mujer que corría con aspecto atemorizado, perseguida por una silueta que en ningún momento pude llegar a reconocer, pero por su tamaño era alguien atlético, quizás alguien relacionado con la guerra o un trabajo que acarrease gran desgaste físico.
Tras esa imagen pude ver de nuevo a la silueta con una pala rellenando una zanja, llamándome la atención un árbol con unos nombres grabados, quizás de dos amantes que quisieron sellar su amor.
Retiré la mano asustado y un insoportable dolor de cabeza me tenía aturdido. Alcé la voz, llamando a mis compañeros con la esperanza de que me ayudasen pero en seguida mi vista comenzó a nublarse, lo único que podía notar era algo líquido que caía por mi labio y oreja, lo que descubrí que era sangre al llevarme una mano mis fosas nasales, entonces me desplomé, sin recordar nada más que distorsionadas voces que gritaban mi nombre.
Desperté en casa, me encontraba débil y la cabeza parecía que me fuese a explotar pero al menos la hemorragia nasal y auricular terminaron. El día transcurrió sin nada más interesante que contar, pero a la noche, cuando quise descansar comencé a oír voces, susurros que no llegaba a entender, abrí los ojos para comprobar que estaba solo y así era, ¿Qué demonios significaba aquello?, Me levanté y tapé mis oídos con fuerza con la esperanza de que las voces cesaran, pero nada, aquellos susurros se clavaban en mi cabeza como agujas atravesando la piel. Solté un grito de auxilio hacia mis padre, los cuales acudieron a los minutos pero las voces ya habían desaparecido, encontrándome yo jadeante en una esquina, volviendo a sangrar mi oído.
Durante días mis padres hablaron con médicos, sabios y curanderos, pero nadie lograba entender del todo que me ocurría, yo no entendía aquella situación, pero lo único que tenía claro es que aquel incidente del bosque había despertado algo en mí, así que me armé de valor y días más tarde me interné en el bosque en busca de aquel árbol el cual me indicaría la zona donde sucedió todo. Tras unas horas buscando lo encontré en una zona algo resguardada, de ahí los nombres, seguramente sería el nido de amor de más de una pareja con las hormonas en su total plenitud.
Observé el lugar, intentado hacer más o menos un calculo de la distancia que podía haber desde el árbol hacia la zanja que cavaba aquel tipo. Me coloqué en el árbol y di tres pasos, golpeando con el pie la tierra, la cual parecía estar levemente removida, así que cavé en busca de encontrar lo que había enterrado aquel desconocido, a lo que tras unos minutos cavando encontré lo que parecía una mano, pude sentir una punzada de pánico en el pecho, pero, las ansias de saber la verdad me llevaron a desenterrar por completo lo que para mi impresión era aquella chica, a la cual observaba yo tembloroso, aguantando las lágrimas para no llamar la atención de cualquiera que pudiese andar por allí. ¿Y si la tocaba?, ¿volvería a ver las imágenes que en aquel momento aparecieron?, tembloroso acerque mis manos al inerte cuerpo de la mujer y en cuanto tocaron su fría piel volví a sentir lo mismo, como mí mente se nublaba y volvían a parecer otras imágenes, esta vez de forma distinta a la anterior: Mi vista era lo que la chica en aquel momento estaba viendo, algo la golpeó he hizo que cayese al suelo, cuando se giro pude verle la cara: confirmaba mis sospechas, de complexión atlética, su cara marcada por una curiosa cicatriz en un ojo, quizás, una marca de guerra.
El acto que realizo con aquella mujer fue de lo más detestable, la violo y yo lo veía a la perfección, incluso casi podía sentir el terror de aquella chica.
Cuando destapó su boca la mujer comenzó a soltar gritos de auxilio, a lo que el tipo comenzó a golpearla con fuerza, hasta que mi visión se fue por completo y volví a la realidad, separándome con violencia del cuerpo y cayendo en la tierra viendo el cuerpo al completo, semidesnudo y con varios hematomas en el torso y cara, dios, ¿Qué demonios había echo aquel tipo?. Quizás el miedo hizo que en aquel instante mis entrañas no expulsaran la cena de aquella noche, pero tenía que volver a enterrar el cuerpo o sería pasto de las alimañas. Lo enterré con un esfuerzo sobrehumano sin remediar varias arcadas por el olor de la putrefacción y una vez enterrado volví corriendo sin mirar atrás.
Oh, se me ha hecho tarde, seguiré con mi historia en otro momento.
23 de Septiembre
Saludos querido lector:
Como ya os conté volví a mi casa despavorido e intente dormir, algo que me fue imposible durante unas noches, incluso el comer me revolvía las entrañas, pero poco a poco recuperé el apetito y pude volver a hacer mi vida normal, no mucho después comencé a trabajar en la biblioteca y parecía todo normal cuando un tipo entró en la biblioteca, alguien, que enseguida supe quien era, aquel tipo, aquel que asesinó y violo a aquella mujer, venia buscando planos de lugares donde seguramente realizarían expediciones y decidí acercarme más a el con mis dotes de persuasión, en seguida conseguí ganarme su “amistad” y supe que estaba unos días en Baho, descansando para pronto partir en busca de minerales a la sabana.
¿Qué podía hacer? Quizás era el único que sabía que terrible acto había realizado aquel tipo…¿iba a dejar escapar?, aunque su porte me intimidaba ni yo era tan ruin para no hacer nada, así que decidí actuar de una forma sofisticada, sin llegar a tener un enfrentamiento directo.
Fui a aquel bosque con unos cascabeles e hilo y los puse en diferentes direcciones, conectados entre sí y até el extremo del hilo en una rama para luego poder recogerlo, haciendo una marca para recordar el árbol para luego mandar una nota de reunión a aquel tipo, diciéndole que sabía lo que había hecho y que nos reuniésemos por la noche en aquel lugar, obviamente acudió para no ver manchado su orgullo.
Para mí sorpresa fue armado, así que no podía fallar o sería mi fin, cuando el tipo llego comenzó a soltar alaridos, pidiéndome que me mostrara si era valiente, obviamente, no era valiente ni estúpido, tampoco me cegaba el orgullo como a un maldito bravucón.
Tomé un objeto hueco para que me distorsionara levemente la voz y obviamente me las ingenié para cambiar un poco la mía, pidiéndole que se entregara por las buenas o todos sabrían lo que había echo, el no aceptó y quería verme, miró hacia el lugar donde me encontraba y tire suavemente del hilo para hacer sonar los cascabeles, así lo despistaría un poco. El se negaba a entregarse, alegando que era un hombre respetado y necesario, ¿Qué podía haber de respetado en matar a otros? En fin.
Cometí una gran estupidez y al moverme pisé una rama, desvelando mi identidad, intenté correr pero obviamente el hombre me agarra con fuerza del cuello de la camisa, con una sonrisa burlona, todo lo contrario que mi rostro que reflejaba el mismísimo miedo personalizado, el tipo me lanzó al suelo y desenvaino su espada, diciéndome que no volvería a ver la luz del alba, por lo que quedé paralizado, temblando con los ojos abiertos a punto de salir de mis orbitas. Lanzó un rápido tajo hacia mi y yo cerré los ojos, pero no sentí nada, ¿estaba muerto?, ¿había tenido piedad?, abrí un ojo y pude observar la vena de su cuello a punto de explotar por el esfuerzo entonces pude ver como una especie de campo estaba parando su golpe, pero el parecía no ver nada, ¿acaso algo había despertado en mi? Fuese lo que fuese me había salvado. El tipo alzó la espada de nuevo para soltar un nuevo tajo y me levanté, acorralándome de nuevo contra un árbol y alzándome con una mano en el cuello, esta vez con la intención de atravesar mi pecho, entonces, asustado, solté un grito ahogado por la presión de sus manos en mi cuello y sin explicación alguna observé como una ¿fuerza? Proyectaba su cuerpo contra un árbol, dejándole aturdido aunque no tardo en levantarse, mis piernas no respondían a mis ordenes y recé porque me dejase ir, que iluso era, el hombre se levantó, gritando que me mataría, que era un ser maldito, que merecía la muerte por ser un maldito hereje, ante esas palabras el miedo me desapareció, albergando odio, ¿Quién era el para juzgarme cuando había asesinado a una pobre mujer?, corría hacia mi mientras yo intentaba que de nuevo aquello me salvara, y en el último instante mi oído comenzó a sangrar y mi vista se nubló ante una cegadora luz. Notando como mi cuerpo sé desplomó y desperté al rato, no sabría cuanto tiempo estuve allí inconsciente , me levante algo agitado y pude observar las piezas de metal que formaban parte de la armadura de aquel tipo, pero ni rastro de el, solo algo de madera calcinada y poco más. Caminé de nuevo hacia casa confuso, pero al menos seguía vivo, era lo importante.
Después de eso comencé a experimentar nuevos cambios, y yo mismo tuve que seguir aquel camino el cual desconocía, no volví a experimentar aquellas voces ni aquellas imágenes, pero eso es algo que contaré en otro instante, debo atender a mi trabajo… ]
Nombre Real: [ Kuran Kaname. ]
De donde procede: [ Vampire Knight ]
Edad: [ 16 ]
Sexo: [ Hombre ]
Hobbies: [ Leer,Trabajar(Bibloteca) ]
Aldea: [ hoja ]
Rango: [ Estudiante -.- ]
Clan: [ ninguno ]
Naturaleza del Chakra: [ fuuton ]
Descripción Fisica: [ complexión delgada, castaño, con ojos normalmente marrones pero cuando,,bebe sangre se convierten rojos ]
Descripción Psicologica: [ Tiene una personalidad originalmente fría, calculadora y misteriosa… pero también es alguien con mucha razón de justicia y tiende a volverse amigable y protectivo de quienes se lo merecen. ]
Historia: [17 de Septiembre.
Saludos querido lector:
No nos conocemos y quizás nunca lo hagamos, pero no quiero morir en el olvido.
Mi nombre es Moon Soun, perteneciente a la aldea de la Hoja, lugar que no sé si existirá en un futuro...
Escribo esto para dejar constancia de cuan equivocado estaba en mi juventud y seguramente también lo estéis vosotros, pero para ello he de remontarme a mi infancia:
Crecí en una familia humilde, nada del otro mundo, mi padre Alfred era Sensei en la academia de la aldea, una persona llena de sabiduría a la que le dí más de un quebradero de cabeza, aunque con su deslumbrante intelecto siempre conseguía responder a mis insaciables preguntas, mi madre, Eloisa era una poetisa, una mujer de gran talento a la cual le fascinaba la lectura y la poesía, desde muy joven comenzó a escribir bellos versos, quizás, para dejar un poco de lado los problemas familiares ya que mis abuelos eran personas de clase baja, lo cual no impidió que mi madre pudiese salir hacia delante.
Desde muy pequeño desarrollé una curiosidad insaciable por todo aquello que me rodeaba: Culturas de otros lugares y sus costumbres, animales, herbolaria, ciencia…
Me gusta ser una persona polifacética, conocer mi alrededor para saber cual es la forma correcta de actuar, aunque a veces debo reconocer que mi carácter irónico me ha llevado a tener más de un problema, pero, como siempre lo he solucionado.
Mi sueño siempre fue conocer más allá de los enormes tomos que llenaban las estanterías de la enorme biblioteca, está claro que la información que en ellos se alberga es esencia, pero, ¿Es acaso equiparable a vivirlo en tu piel?...¿Sentir el placer de haber descubierto algo que era desconocido o un simple rumor?, pero para ello se necesitaba valentía y decisión, algo de lo que carecía con aquella edad y que aun no he conseguido del todo.
Desde mi niñez siempre he sido una persona muy persuasiva, lo admito, pero esto me ha sido de gran ayuda: Artistas, escritores…¿Qué más puede pedir un chico de economía modesta como yo? Aunque también me ha servido a la hora de acercarme al sexo femenino, el cual debo admitir que es mi perdición, pero no hay nada de malo en charlar agradablemente con una bella mujer acompañado de una copa de vino, ¿Verdad?..
Bueno, mi jornada termina en otro monótono día, seguiré con mis memorias en otro momento,
18 de Septiembre.
Saludos querido lector:
Al principio de la carta anterior hablé sobre algo de lo cual estaba equivocado y creo que ya es hora de mencionarlo:
A la temprana edad de 12 años me encontraba con unos compañeros a las afueras, disfrutando del aire fresco y observando la vegetación para aprender quizás algo más de ella, apuntando en un pequeño pergamino mis observaciones.
Sin darme cuenta me alejé demasiado de mis compañeros. Mientras investigaba por mi cuenta encontré en una rama un trozo de tela, al parecer arrancada de una prenda, extendí el brazo y agarre la prenda y fue aquí cuando ocurrió aquel extraño suceso.
Cuando mis manos tocaron la tela mi mente se nubló, apareciendo en mi mete imágenes de una mujer que corría con aspecto atemorizado, perseguida por una silueta que en ningún momento pude llegar a reconocer, pero por su tamaño era alguien atlético, quizás alguien relacionado con la guerra o un trabajo que acarrease gran desgaste físico.
Tras esa imagen pude ver de nuevo a la silueta con una pala rellenando una zanja, llamándome la atención un árbol con unos nombres grabados, quizás de dos amantes que quisieron sellar su amor.
Retiré la mano asustado y un insoportable dolor de cabeza me tenía aturdido. Alcé la voz, llamando a mis compañeros con la esperanza de que me ayudasen pero en seguida mi vista comenzó a nublarse, lo único que podía notar era algo líquido que caía por mi labio y oreja, lo que descubrí que era sangre al llevarme una mano mis fosas nasales, entonces me desplomé, sin recordar nada más que distorsionadas voces que gritaban mi nombre.
Desperté en casa, me encontraba débil y la cabeza parecía que me fuese a explotar pero al menos la hemorragia nasal y auricular terminaron. El día transcurrió sin nada más interesante que contar, pero a la noche, cuando quise descansar comencé a oír voces, susurros que no llegaba a entender, abrí los ojos para comprobar que estaba solo y así era, ¿Qué demonios significaba aquello?, Me levanté y tapé mis oídos con fuerza con la esperanza de que las voces cesaran, pero nada, aquellos susurros se clavaban en mi cabeza como agujas atravesando la piel. Solté un grito de auxilio hacia mis padre, los cuales acudieron a los minutos pero las voces ya habían desaparecido, encontrándome yo jadeante en una esquina, volviendo a sangrar mi oído.
Durante días mis padres hablaron con médicos, sabios y curanderos, pero nadie lograba entender del todo que me ocurría, yo no entendía aquella situación, pero lo único que tenía claro es que aquel incidente del bosque había despertado algo en mí, así que me armé de valor y días más tarde me interné en el bosque en busca de aquel árbol el cual me indicaría la zona donde sucedió todo. Tras unas horas buscando lo encontré en una zona algo resguardada, de ahí los nombres, seguramente sería el nido de amor de más de una pareja con las hormonas en su total plenitud.
Observé el lugar, intentado hacer más o menos un calculo de la distancia que podía haber desde el árbol hacia la zanja que cavaba aquel tipo. Me coloqué en el árbol y di tres pasos, golpeando con el pie la tierra, la cual parecía estar levemente removida, así que cavé en busca de encontrar lo que había enterrado aquel desconocido, a lo que tras unos minutos cavando encontré lo que parecía una mano, pude sentir una punzada de pánico en el pecho, pero, las ansias de saber la verdad me llevaron a desenterrar por completo lo que para mi impresión era aquella chica, a la cual observaba yo tembloroso, aguantando las lágrimas para no llamar la atención de cualquiera que pudiese andar por allí. ¿Y si la tocaba?, ¿volvería a ver las imágenes que en aquel momento aparecieron?, tembloroso acerque mis manos al inerte cuerpo de la mujer y en cuanto tocaron su fría piel volví a sentir lo mismo, como mí mente se nublaba y volvían a parecer otras imágenes, esta vez de forma distinta a la anterior: Mi vista era lo que la chica en aquel momento estaba viendo, algo la golpeó he hizo que cayese al suelo, cuando se giro pude verle la cara: confirmaba mis sospechas, de complexión atlética, su cara marcada por una curiosa cicatriz en un ojo, quizás, una marca de guerra.
El acto que realizo con aquella mujer fue de lo más detestable, la violo y yo lo veía a la perfección, incluso casi podía sentir el terror de aquella chica.
Cuando destapó su boca la mujer comenzó a soltar gritos de auxilio, a lo que el tipo comenzó a golpearla con fuerza, hasta que mi visión se fue por completo y volví a la realidad, separándome con violencia del cuerpo y cayendo en la tierra viendo el cuerpo al completo, semidesnudo y con varios hematomas en el torso y cara, dios, ¿Qué demonios había echo aquel tipo?. Quizás el miedo hizo que en aquel instante mis entrañas no expulsaran la cena de aquella noche, pero tenía que volver a enterrar el cuerpo o sería pasto de las alimañas. Lo enterré con un esfuerzo sobrehumano sin remediar varias arcadas por el olor de la putrefacción y una vez enterrado volví corriendo sin mirar atrás.
Oh, se me ha hecho tarde, seguiré con mi historia en otro momento.
23 de Septiembre
Saludos querido lector:
Como ya os conté volví a mi casa despavorido e intente dormir, algo que me fue imposible durante unas noches, incluso el comer me revolvía las entrañas, pero poco a poco recuperé el apetito y pude volver a hacer mi vida normal, no mucho después comencé a trabajar en la biblioteca y parecía todo normal cuando un tipo entró en la biblioteca, alguien, que enseguida supe quien era, aquel tipo, aquel que asesinó y violo a aquella mujer, venia buscando planos de lugares donde seguramente realizarían expediciones y decidí acercarme más a el con mis dotes de persuasión, en seguida conseguí ganarme su “amistad” y supe que estaba unos días en Baho, descansando para pronto partir en busca de minerales a la sabana.
¿Qué podía hacer? Quizás era el único que sabía que terrible acto había realizado aquel tipo…¿iba a dejar escapar?, aunque su porte me intimidaba ni yo era tan ruin para no hacer nada, así que decidí actuar de una forma sofisticada, sin llegar a tener un enfrentamiento directo.
Fui a aquel bosque con unos cascabeles e hilo y los puse en diferentes direcciones, conectados entre sí y até el extremo del hilo en una rama para luego poder recogerlo, haciendo una marca para recordar el árbol para luego mandar una nota de reunión a aquel tipo, diciéndole que sabía lo que había hecho y que nos reuniésemos por la noche en aquel lugar, obviamente acudió para no ver manchado su orgullo.
Para mí sorpresa fue armado, así que no podía fallar o sería mi fin, cuando el tipo llego comenzó a soltar alaridos, pidiéndome que me mostrara si era valiente, obviamente, no era valiente ni estúpido, tampoco me cegaba el orgullo como a un maldito bravucón.
Tomé un objeto hueco para que me distorsionara levemente la voz y obviamente me las ingenié para cambiar un poco la mía, pidiéndole que se entregara por las buenas o todos sabrían lo que había echo, el no aceptó y quería verme, miró hacia el lugar donde me encontraba y tire suavemente del hilo para hacer sonar los cascabeles, así lo despistaría un poco. El se negaba a entregarse, alegando que era un hombre respetado y necesario, ¿Qué podía haber de respetado en matar a otros? En fin.
Cometí una gran estupidez y al moverme pisé una rama, desvelando mi identidad, intenté correr pero obviamente el hombre me agarra con fuerza del cuello de la camisa, con una sonrisa burlona, todo lo contrario que mi rostro que reflejaba el mismísimo miedo personalizado, el tipo me lanzó al suelo y desenvaino su espada, diciéndome que no volvería a ver la luz del alba, por lo que quedé paralizado, temblando con los ojos abiertos a punto de salir de mis orbitas. Lanzó un rápido tajo hacia mi y yo cerré los ojos, pero no sentí nada, ¿estaba muerto?, ¿había tenido piedad?, abrí un ojo y pude observar la vena de su cuello a punto de explotar por el esfuerzo entonces pude ver como una especie de campo estaba parando su golpe, pero el parecía no ver nada, ¿acaso algo había despertado en mi? Fuese lo que fuese me había salvado. El tipo alzó la espada de nuevo para soltar un nuevo tajo y me levanté, acorralándome de nuevo contra un árbol y alzándome con una mano en el cuello, esta vez con la intención de atravesar mi pecho, entonces, asustado, solté un grito ahogado por la presión de sus manos en mi cuello y sin explicación alguna observé como una ¿fuerza? Proyectaba su cuerpo contra un árbol, dejándole aturdido aunque no tardo en levantarse, mis piernas no respondían a mis ordenes y recé porque me dejase ir, que iluso era, el hombre se levantó, gritando que me mataría, que era un ser maldito, que merecía la muerte por ser un maldito hereje, ante esas palabras el miedo me desapareció, albergando odio, ¿Quién era el para juzgarme cuando había asesinado a una pobre mujer?, corría hacia mi mientras yo intentaba que de nuevo aquello me salvara, y en el último instante mi oído comenzó a sangrar y mi vista se nubló ante una cegadora luz. Notando como mi cuerpo sé desplomó y desperté al rato, no sabría cuanto tiempo estuve allí inconsciente , me levante algo agitado y pude observar las piezas de metal que formaban parte de la armadura de aquel tipo, pero ni rastro de el, solo algo de madera calcinada y poco más. Caminé de nuevo hacia casa confuso, pero al menos seguía vivo, era lo importante.
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Namake Kinniku- Estudiante
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Re: Hospital Room
Dios pero q ficha xD haah ficha aceptada!
Uchiha Miyako- Genin m
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Jue Oct 19, 2023 7:38 pm por gabrielle wellington
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